Wednesday, July 30, 2014

and now, the Spanish Opened Letter to the wind

Saludos desde nuestro rincón de Oriente Medio, donde últimamente se ha desatado el infierno.

Aterrorizada, angustiada y deprimida, frustrada, enfadada,… cada onda emocional se mezcla con la otra para dominar mi corazón y mi mente… ninguna más que otra y yo naufrago en el océano, en la ebullición que genera su mezcla.

Hay una alarma por misiles cada hora desde algún lugar cerca de mi casa. En Tel Aviv es todavía peor. Mi hijo y yo hemos parado nuestro coche en medio de la calle y nos hemos resguardado en un callejón cercano hasta que el penetrante sonido de la sirena ha dejado de sonar… algunos minutos después hemos escuchado tres fuertes explosiones que han hecho temblar las paredes. En el sur la situación es insostenible. Sus vidas allí abajo han llegado a un punto de colapso, su supervivencia está reducida; transcurren la mayor parte de su tiempo en los refugios antibombas. En gran parte los misiles son interceptados por nuestro sistema de defensa, pero no todos. Cada civil es un objetivo, nuestros niños están traumatizados, sus heridas emocionales son irreversibles. Y los túneles, excavados bajo tierra, llegan hasta las mismas puertas de las casas de los habitantes del kibbutz de la frontera de Gaza… en los oscuros meandros de mis pesadillas imagino a qué serán destinados: contrabando, secuestros, torturas, homicidios… Nuestros soldados están en primera línea. Están allí nuestros hijos, los hijos de nuestros amigos y vecinos, jóvenes soldados (hombres y mujeres) de este país llamados  al deber por nuestro gobierno… y ya ha pasado: ataúdes cubiertos con la bandera, funerales inundados de lágrimas, vidas destruidas el Kaddish, la bien conocida y devastadora rutina

Y la gente de Gaza… oh, Dios, la gente de Gaza… ¿Qué puede haber más miserable y horrible que lo que estas personas están soportando? ¿Será su destino eterno sufrir por culpa de crueles tiranos? Las imágenes de los niños ensangrentados, las madres llorando con sus vestidos manchados de sangre, los escombros y la devastación, el horror en sus ojos, un máximo de cinco minutos para salir de sus casas, correr para sobrevivir porque están cayendo bombas… ningún refugio… la táctica de los talibanes de Hamas de un lado y los aviones F16 del ejército israelí del otro, estas personas están como en un cascanueces, chafadas por las fauces metálicas de la ceguera y la estupidez humana… el balance de víctimas sigue creciendo… por amor de Dios… ¿cuánto tiempo más deberá continuar esto?

Los hombres de Hamas son extremistas, son Yihadistas, son peligrosos, su objetivo es matar a cualquier judío, a mí y a mis hijos incluidos. No reconocen Israel, tienen la intención de transformar a todos los habitantes de Gaza en mártires usándolos como escudos humanos… hemos escuchado todo. Hemos oído a  Hannia y sus secuaces y probablemente todos sea cierto, si es que hay alguna verdad en todo esto…

¿Pero todo hombre, mujer, niño debe ser condenado por la amarga y horrible locura de ambas partas? 

Escucho a Naftali Bennet que habla en la CNN y explica fríamente como los de Hamas son terroristas y tenemos todo el derecho a defendernos… espero, pacientemente, una expresión suya, de dolor, de amargura por la pérdida de vidas inocentes… pero no llega ninguna de estas señales. Y me digo: ¿has olvidado que representas a toda una nación? ¿Has olvidado las enseñanzas básicas de tu religión? ¡Avergüénzate! Por tu culpa han muerto personas inocentes, hombres y mujeres y tantos niños… aunque no pretendieras hacerlo. Y sí, los de Hamas siguen con su horrible retórica cargada de sangre, su cruel fanfarronería a costa de la infeliz población de Gaza… no esconden su malvado plan! Ellos PRETENDEN llevar a la muerte a gente inocente! No hay duda que existe un lugar especial para gente de este tipo en el infierno y la historia está llena de casos. Pero eso no nos exime de la obligación de comportarnos como seres humanos, a menos que nuestro objetivo sea llegar a una metamorfosis que nos transforme en la terrorífica imagen de nuestros más peligrosos enemigos.



Nosotros, Palestinos e Israelíes del mismo modo, no hemos “nunca perdido la oportunidad de dejar escapar una oportunidad de hacer las paces”. Hemos creado este desastre con nuestras manos y estamos pagando el terrible precio por nuestra arrogancia y sorda estupidez.

Es fácil señalar con el dedo y convertirnos en extremadamente autodefensivos cuando caen las bombas… cada parte se refugia en su propio rincón,  quedando cerca de su gente y culpando a la otra…

Mi corazón va con las familias de las víctimas, donde quiera que estén! Me siento feliz de tener un ejército israelí fuerte que me defiende de aquellos que afirman claramente que su objetivo es el de cortarle el cuello a mis hijos… pero no quiero usar mi tristeza o mi miedo como un escudo que me separe de la empatía humana y del raciocinio lúcido. Al contrario, quiero hacer lo opuesto.

Quiero saltar a la arena y proclamar mi verdad.

Sólo hay dos bandos y estos no son Israelíes y Palestinos, Judíos y Árabes.  Las dos partes son Moderados y Extremistas. Yo pertenezco a los moderados, donde quieran que estén. Son mi grupo. ¡Y esa facción necesita estar unida! No tengo nada de nada en común con los extremistas hebreos que queman vivos a niños, envenenan pozos o arrancan árboles, que lanzan piedras a los escolares… que están motivados por un odio fruto del lavado de cerebro y de una gran arrogancia. Quiero esconder la cabeza entre mis manos y desparecer, irme a la luna si es posible, cuando leo los sermones de los Rabinos Ginsburg y Lior, que mitifican la muerte y el asesinato en nombre de Dios como Baruch Goldstein (su santo mártir) que asesinó a 29 árabes a sangre fría mientras estaban rezando! --- cuando leo las increíbles palabras llenas de racismo y de odio escritas por cualquier conciudadano israelí, las lágrimas de alegría cuando se asesina a niños palestinos, el desprecio por la vida humana!! El hecho de compartir el mismo pasaporte y la misma religión con ellos no significa nada para mí. No quiero tener nada que ver con estas personas.

Del mismo modo, los extremistas del otro lado son también mis más acérrimos enemigos. Pero su cólera se ha lanzado no solo contra mí sino también contra los moderados de su propia sociedad… y eso nos convierte a todos en hermanos de causa.

Así como exhorto a los moderados árabes, donde quiera que estén, a hacer lo que esté en sus manos para rechazar el extremismo, no tengo ninguna intención de cerrar los ojos respecto a la responsabilidad que debe ser asumida por mi parte por el desastre que se está produciendo. El Islamismo radical es un fenómeno peligroso que debe ser enfrentado no sólo por Israel sino por el mundo entero. ¡Pero existen en el mundo musulmán voces más liberales, existen interlocutores para el diálogo! ¿Realmente hemos hecho todo lo que podemos para abrir un diálogo con ellos?

La respuesta es NO, hemos hecho lo contrario. El gobierno actual ha hecho todo lo que ha podido para reprimir cualquier tentativa de reconciliación. Ha debilitado y ofendido a Abu Mazen, lider de la más moderada OLP que ha afirmado tantas veces estar interesado en la paz. Cuando Abu Mazen ha realizado declaraciones sobre el Holocausto, definiéndolo como la mayor tragedia de la Historia Humana, se han mofado y desacreditado. No han respetado acuerdos que ellos mismos habían suscrito, rechazando liberar prisioneros que habían ya pactado liberar, prefiriendo continuar la ultrajante y exasperante construcción de los asentamientos como si no se hubiesen negociado. Es como abofetear a alguien, repetidamente, mientras al mismo tiempo inocentemente se le dice: “hagamos las paces, ¿no ves cuánto quiero la Paz?¿ Porqué no estás colaborando?”

¿Y qué pasa con las iniciativas de paz de la Liga Árabe?¿Por qué ha sido sistemática y recurrentemente ignorado por el gobierno israelí? ¡¡Recientemente, en un acto de buena fe sin precedentes, un ilustre funcionario de Arabia Saudí escribió un artículo en un diario israelí en el que expresaba su deseo de paz!! ¡Pasó desapercibido! Este comportamiento solo se puede describir como reprobable y arrogante.

¿Qué enloquecida fuerza mesiánica ha cegado a estos políticos y a su electorado? ¿Qué síndrome bíblico de Josué? ¿Están pensando a caso que poco a poco dominarán los territorios ocupados, hasta que no haya manera de crear el Estado Palestino? Y, ¿qué hay de todos los palestinos que viven allí, de sus aspiraciones, de su historia? ¿Qué sucederá con su bienestar, con sus sueños, son sus esperanzas, con su futuro?¿Vivirán simplemente felices para siempre como ciudadanos de segunda, o se convertirán en masa al judaísmo?¿Cuál es el plan?

No hay ningún plan, no hay una visión que sea moralmente compatible con valores universales, intentando procurar la coexistencia: o por lo menos ninguno que haya sido articulado coherentemente a nuestra gente. En su lugar, estamos alimentando constantemente el miedo y la paranoia, avivando las llamas del nacionalismo, cultivando la xenofobia y el racismo. De hecho, estas políticas están deteriorando Israel hacia un punto ideológico y estratégico de no retorno.

Solamente el diálogo desde un punto de vista de respeto y empatía puede salvarnos. Solo un esfuerzo consensuado para fortalecer a los moderados y así marginar al máximo posible a los radicales puede traernos alguna esperanza. Por mucho que en Israel justificadamente despreciemos a Hamas, no parece que éstos se vayan a ir a ningún sitio. ¿Hemos considerado seriamente las condiciones que ellos proponen para un alto el fuego? ¡Muchas de ellas tienen sentido! ¿Por qué no intentamos aliviar el sufrimiento de la gente de Gaza, les ayudamos a florecer económicamente, les retornamos la dignidad a sus vidas y ganamos 10 años de alto el fuego?... ¡10 años es mucho tiempo! ¡Las mentes jóvenes pueden abrirse! ¡Incluso una modesta prosperidad puede catalizar este cambio! ¿Por qué asumimos automáticamente que estos años serán utilizados SOLO para reforzar el poder militar de Hamás? Estas condiciones incluyen la supervisión internacional. ¿Puede que durante estos años se cree una realidad en la que Hamas, con una generación de jóvenes líderes que vean un horizonte diferente, pueda entrar en el círculo político de una forma que, finalmente, permita el diálogo?

Me pregunto a mi misma, y a Netanyahu: ¿Por qué no nos sorprendemos a nosotros mismos? Netanyahu, tú eres conocido como un hombre inteligente: ¿por qué no das un giro de 180 grados, cambias las reglas del juego, rompes los esquemas? ¡¡Da la bienvenida a Abu Mazen, para la construcción de asentamientos, apoya a un gobierno de unidad, abre Gaza y permite el comercio con supervisión internacional, abraza las aspiraciones Palestinas junto con las nuestras, da la bienvenida a la intervención internacional, y gana un aliado real CONTRA el extremismo!! ¡¡Jaque mate!!

¿Hemos hecho un verdadero esfuerzo para conseguir todo esto antes de mandar a nuestros jóvenes a morir? Tristemente, la respuesta es no.

Nadie está desmantelando el ejército israelí, que permanecerá fuerte. Pero, ¿por qué estamos rechazando testarudamente asumir este riesgo calculado, y en lugar de eso estamos prefiriendo el sacrificio de nuestros hijos? Va más allá de mi comprensión.

En Akedat Yitzchak, Dios intervino y salvó al niño. ¿Dónde está Dios ahora? ¿Se ha  vuelto indiferente ante la abominación de sus sagradas enseñanzas, por los extremistas de los dos lados?
Si rechazamos el reconocimiento de los derechos de las dos partes y de hacernos cargo de nuestras obligaciones, si continuamos aferrados a nuestros argumentos, con desprecio e indiferencia hacia los de los otros, si elegimos una y otra vez la espada sobre las palabras, si santificamos la tierra y  no las vidas de nuestros niños, nos veremos de verdad forzados a buscar una colonia en la luna, porque nuestra tierra estará tan empapada de sangre y tan cubierta de lápidas que no nos quedará nada para vivir.

Escribí estas palabras y las canté junto a mi amiga Mira Awad. Hoy tienen más sentido que nunca:

"Cuando lloro, lloro por los dos,
Mi dolor no tiene nombre.
Cuando lloro, lloro a al despiadado cielo y digo: 
Tiene que haber otra manera.."


“when I cry I cry for both of us,
My pain has no name.
When I cry, I cry to the merciless sky and say:
There must be another way




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