Saludos desde nuestro rincón de
Oriente Medio, donde últimamente se ha desatado el infierno.
Aterrorizada, angustiada y
deprimida, frustrada, enfadada,… cada onda emocional se mezcla con la otra para
dominar mi corazón y mi mente… ninguna más que otra y yo naufrago en el océano,
en la ebullición que genera su mezcla.
Hay una alarma por misiles cada hora
desde algún lugar cerca de mi casa. En Tel Aviv es todavía peor. Mi hijo y yo
hemos parado nuestro coche en medio de la calle y nos hemos resguardado en un
callejón cercano hasta que el penetrante sonido de la sirena ha dejado de
sonar… algunos minutos después hemos escuchado tres fuertes explosiones que han
hecho temblar las paredes. En el sur la situación es insostenible. Sus vidas
allí abajo han llegado a un punto de colapso, su supervivencia está reducida;
transcurren la mayor parte de su tiempo en los refugios antibombas. En gran
parte los misiles son interceptados por nuestro sistema de defensa, pero no
todos. Cada civil es un objetivo, nuestros niños están traumatizados, sus
heridas emocionales son irreversibles. Y los túneles, excavados bajo tierra,
llegan hasta las mismas puertas de las casas de los habitantes del kibbutz de
la frontera de Gaza… en los oscuros meandros de mis pesadillas imagino a qué
serán destinados: contrabando, secuestros, torturas, homicidios… Nuestros
soldados están en primera línea. Están allí nuestros hijos, los hijos de
nuestros amigos y vecinos, jóvenes soldados (hombres y mujeres) de este país
llamados al deber por nuestro gobierno…
y ya ha pasado: ataúdes cubiertos con la bandera, funerales inundados de
lágrimas, vidas destruidas el Kaddish, la bien conocida y devastadora rutina
Y la gente de Gaza… oh, Dios, la
gente de Gaza… ¿Qué puede haber más miserable y horrible que lo que estas
personas están soportando? ¿Será su destino eterno sufrir por culpa de crueles
tiranos? Las imágenes de los niños ensangrentados, las madres llorando con sus
vestidos manchados de sangre, los escombros y la devastación, el horror en sus
ojos, un máximo de cinco minutos para salir de sus casas, correr para
sobrevivir porque están cayendo bombas… ningún refugio… la táctica de los
talibanes de Hamas de un lado y los aviones F16 del ejército israelí del otro,
estas personas están como en un cascanueces, chafadas por las fauces metálicas
de la ceguera y la estupidez humana… el balance de víctimas sigue creciendo…
por amor de Dios… ¿cuánto tiempo más deberá continuar esto?
Los hombres de Hamas son
extremistas, son Yihadistas, son peligrosos, su objetivo es matar a cualquier
judío, a mí y a mis hijos incluidos. No reconocen Israel, tienen la intención
de transformar a todos los habitantes de Gaza en mártires usándolos como
escudos humanos… hemos escuchado todo. Hemos oído a Hannia y sus secuaces y probablemente todos
sea cierto, si es que hay alguna verdad en todo esto…
¿Pero todo hombre, mujer, niño debe
ser condenado por la amarga y horrible locura de ambas partas?
Escucho a Naftali Bennet que habla
en la CNN y explica fríamente como los de Hamas son terroristas y tenemos todo
el derecho a defendernos… espero, pacientemente, una expresión suya, de dolor,
de amargura por la pérdida de vidas inocentes… pero no llega ninguna de estas
señales. Y me digo: ¿has olvidado que representas a toda una nación? ¿Has
olvidado las enseñanzas básicas de tu religión? ¡Avergüénzate! Por tu culpa han
muerto personas inocentes, hombres y mujeres y tantos niños… aunque no
pretendieras hacerlo. Y sí, los de Hamas siguen con su horrible retórica
cargada de sangre, su cruel fanfarronería a costa de la infeliz población de
Gaza… no esconden su malvado plan! Ellos PRETENDEN llevar a la muerte a gente
inocente! No hay duda que existe un lugar especial para gente de este tipo en
el infierno y la historia está llena de casos. Pero eso no nos exime de la
obligación de comportarnos como seres humanos, a menos que nuestro objetivo sea
llegar a una metamorfosis que nos transforme en la terrorífica imagen de
nuestros más peligrosos enemigos.
Nosotros, Palestinos e Israelíes del
mismo modo, no hemos “nunca perdido la oportunidad de dejar escapar una oportunidad
de hacer las paces”. Hemos creado este desastre con nuestras manos y estamos
pagando el terrible precio por nuestra arrogancia y sorda estupidez.
Es fácil señalar con el dedo y
convertirnos en extremadamente autodefensivos cuando caen las bombas… cada
parte se refugia en su propio rincón,
quedando cerca de su gente y culpando a la otra…
Mi corazón va con las familias de
las víctimas, donde quiera que estén! Me siento feliz de tener un ejército
israelí fuerte que me defiende de aquellos que afirman claramente que su
objetivo es el de cortarle el cuello a mis hijos… pero no quiero usar mi
tristeza o mi miedo como un escudo que me separe de la empatía humana y del
raciocinio lúcido. Al contrario, quiero hacer lo opuesto.
Quiero saltar a la arena y proclamar
mi verdad.
Sólo hay dos bandos y estos no son
Israelíes y Palestinos, Judíos y Árabes.
Las dos partes son Moderados y Extremistas. Yo pertenezco a los
moderados, donde quieran que estén. Son mi grupo. ¡Y esa facción necesita estar
unida! No tengo nada de nada en común con los extremistas hebreos que queman
vivos a niños, envenenan pozos o arrancan árboles, que lanzan piedras a los
escolares… que están motivados por un odio fruto del lavado de cerebro y de una
gran arrogancia. Quiero esconder la cabeza entre mis manos y desparecer, irme a
la luna si es posible, cuando leo los sermones de los Rabinos Ginsburg y Lior,
que mitifican la muerte y el asesinato en nombre de Dios como Baruch Goldstein
(su santo mártir) que asesinó a 29 árabes a sangre fría mientras estaban
rezando! --- cuando leo las increíbles palabras llenas de racismo y de odio
escritas por cualquier conciudadano israelí, las lágrimas de alegría cuando se
asesina a niños palestinos, el desprecio por la vida humana!! El hecho de
compartir el mismo pasaporte y la misma religión con ellos no significa nada
para mí. No quiero tener nada que ver con estas personas.
Del mismo modo, los extremistas del
otro lado son también mis más acérrimos enemigos. Pero su cólera se ha lanzado
no solo contra mí sino también contra los moderados de su propia sociedad… y
eso nos convierte a todos en hermanos de causa.
Así como exhorto a los moderados
árabes, donde quiera que estén, a hacer lo que esté en sus manos para rechazar
el extremismo, no tengo ninguna intención de cerrar los ojos respecto a la
responsabilidad que debe ser asumida por mi parte por el desastre que se está
produciendo. El Islamismo radical es un fenómeno peligroso que debe ser
enfrentado no sólo por Israel sino por el mundo entero. ¡Pero existen en el
mundo musulmán voces más liberales, existen interlocutores para el diálogo!
¿Realmente hemos hecho todo lo que podemos para abrir un diálogo con ellos?
La respuesta es NO, hemos hecho lo
contrario. El gobierno actual ha hecho todo lo que ha
podido para reprimir cualquier tentativa de reconciliación. Ha debilitado y
ofendido a Abu Mazen, lider de la más moderada OLP que ha afirmado tantas veces
estar interesado en la paz. Cuando Abu Mazen ha realizado declaraciones sobre
el Holocausto, definiéndolo como la mayor tragedia de la Historia Humana, se
han mofado y desacreditado. No han respetado acuerdos que ellos mismos habían
suscrito, rechazando liberar prisioneros que habían ya pactado liberar,
prefiriendo continuar la ultrajante y exasperante construcción de los
asentamientos como si no se hubiesen negociado. Es como abofetear a alguien,
repetidamente, mientras al mismo tiempo inocentemente se le dice: “hagamos las
paces, ¿no ves cuánto quiero la Paz?¿ Porqué no estás colaborando?”
¿Y qué pasa con las iniciativas de
paz de la Liga Árabe?¿Por qué ha sido sistemática y recurrentemente ignorado
por el gobierno israelí? ¡¡Recientemente, en un acto de buena fe sin
precedentes, un ilustre funcionario de Arabia Saudí escribió un artículo en un
diario israelí en el que expresaba su deseo de paz!! ¡Pasó desapercibido! Este
comportamiento solo se puede describir como reprobable y arrogante.
¿Qué enloquecida fuerza mesiánica ha
cegado a estos políticos y a su electorado? ¿Qué síndrome bíblico de Josué?
¿Están pensando a caso que poco a poco dominarán los territorios ocupados,
hasta que no haya manera de crear el Estado Palestino? Y, ¿qué hay de todos los
palestinos que viven allí, de sus aspiraciones, de su historia? ¿Qué sucederá
con su bienestar, con sus sueños, son sus esperanzas, con su futuro?¿Vivirán
simplemente felices para siempre como ciudadanos de segunda, o se convertirán
en masa al judaísmo?¿Cuál es el plan?
No hay ningún plan, no hay una
visión que sea moralmente compatible con valores universales, intentando
procurar la coexistencia: o por lo menos ninguno que haya sido articulado
coherentemente a nuestra gente. En su lugar, estamos alimentando constantemente
el miedo y la paranoia, avivando las llamas del nacionalismo, cultivando la
xenofobia y el racismo. De hecho, estas políticas están deteriorando Israel
hacia un punto ideológico y estratégico de no retorno.
Solamente el diálogo desde un punto
de vista de respeto y empatía puede salvarnos. Solo un esfuerzo consensuado
para fortalecer a los moderados y así marginar al máximo posible a los
radicales puede traernos alguna esperanza. Por mucho que en Israel
justificadamente despreciemos a Hamas, no parece que éstos se vayan a ir a
ningún sitio. ¿Hemos considerado seriamente las condiciones que ellos proponen
para un alto el fuego? ¡Muchas de ellas tienen sentido! ¿Por qué no intentamos
aliviar el sufrimiento de la gente de Gaza, les ayudamos a florecer
económicamente, les retornamos la dignidad a sus vidas y ganamos 10 años de
alto el fuego?... ¡10 años es mucho tiempo! ¡Las mentes jóvenes pueden abrirse!
¡Incluso una modesta prosperidad puede catalizar este cambio! ¿Por qué asumimos
automáticamente que estos años serán utilizados SOLO para reforzar el poder
militar de Hamás? Estas condiciones incluyen la supervisión internacional. ¿Puede
que durante estos años se cree una realidad en la que Hamas, con una generación
de jóvenes líderes que vean un horizonte diferente, pueda entrar en el círculo
político de una forma que, finalmente, permita el diálogo?
Me pregunto a mi misma, y a
Netanyahu: ¿Por qué no nos sorprendemos a nosotros mismos? Netanyahu, tú eres
conocido como un hombre inteligente: ¿por qué no das un giro de 180 grados,
cambias las reglas del juego, rompes los esquemas? ¡¡Da la bienvenida a Abu
Mazen, para la construcción de asentamientos, apoya a un gobierno de unidad,
abre Gaza y permite el comercio con supervisión internacional, abraza las
aspiraciones Palestinas junto con las nuestras, da la bienvenida a la
intervención internacional, y gana un aliado real CONTRA el extremismo!!
¡¡Jaque mate!!
¿Hemos hecho un verdadero esfuerzo
para conseguir todo esto antes de mandar a nuestros jóvenes a morir?
Tristemente, la respuesta es no.
Nadie está desmantelando el ejército
israelí, que permanecerá fuerte. Pero, ¿por qué estamos rechazando
testarudamente asumir este riesgo calculado, y en lugar de eso estamos prefiriendo
el sacrificio de nuestros hijos? Va más allá de mi comprensión.
En Akedat Yitzchak, Dios intervino y
salvó al niño. ¿Dónde está Dios ahora? ¿Se ha
vuelto indiferente ante la abominación de sus sagradas enseñanzas, por
los extremistas de los dos lados?
Si rechazamos el reconocimiento de
los derechos de las dos partes y de hacernos cargo de nuestras obligaciones, si
continuamos aferrados a nuestros argumentos, con desprecio e indiferencia hacia
los de los otros, si elegimos una y otra vez la espada sobre las palabras, si
santificamos la tierra y no las vidas de
nuestros niños, nos veremos de verdad forzados a buscar una colonia en la luna,
porque nuestra tierra estará tan empapada de sangre y tan cubierta de lápidas
que no nos quedará nada para vivir.
Escribí estas palabras y las canté
junto a mi amiga Mira Awad. Hoy tienen más sentido que nunca:
"Cuando
lloro, lloro por los dos,
Mi
dolor no tiene nombre.
Cuando
lloro, lloro a al despiadado cielo y digo:
Tiene
que haber otra manera.."
“when
I cry I cry for both of us,
My
pain has no name.
When
I cry, I cry to the merciless sky and say: